Capítulo 9: Encariñarse


Capítulo 9: Encariñarse.
Mmm… Caliente…
¿Por qué hace tanto calor? Estamos en invierno, ¿no?
Desagradable. Muy desagradable.
Lentamente abrí los ojos, frunciendo el ceño.
¿Huh? ¿Me quedé dormida?
Al momento en el que me desperté, me quede tiesa.
Estaba en lo que parecía ser un salón desconocido para mí. La habitación estaba teñida de un suave tono anaranjado, debido al inquieto fuego de la chimenea.
Estar tan cerca de la chimenea, seguramente fuese el motivo de porque tenía calor y me sentía incomoda.
Sin embargo, ese no era el motivo de porque me tensé.
Me desperté dándome cuenta de que estaba en el regazo de alguien sentado en un sofá.
Estaba envuelta en una toalla grande y solo podía mover con libertad la cabeza, pero incluso sin alzar la mirada, podía apreciar la escena. Aquella persona era una completa desconocida.

Por lo menos, no fue el caballero tuerto quien me salvó del estanque.
A través de la toalla podía sentir el calor corporal del desconocido. Instintivamente aguanté la respiración. Estaba asustada porque no sabía quién era esta persona. No quería que se diese cuenta de que me había despertado.
Sin embargo, me picaba la nariz. No me podía aguantar, y sin poder hacer nada para evitarlo, acabé estornudando.
— ¡…Kushi!
—Oh, ¿estás despierta?
Sobre mi cabeza, escuche una voz que no reconocía.
Pero no era la voz de un hombre, sino la suave voz de una mujer. Era un poco menos aterradora. Ahora que me daba cuenta, ella olía bien, de forma dulce y reconfortante.
Levanté la mirada para verla.
— ¡Oh, oh Dios…! ¡Me está mirando! ¡Qué linda! ¡¿Qué debería hacer?!
La persona que me tenía en su regazo era una mujer caballero, que vestía un uniforme bien ordenado. Su pelo era del color del té con leche, recogido en una larga coleta. Su rostro tenía tanto una belleza digna, así como la ternura de una niña.
Esta era la primera vez que veía a una mujer aquí.
— ¿Tienes frio? Estamos al lado de la chimenea, pero no acabas de entrar en calor. –Dijo la mujer caballero a la vez que me frotaba la espalda con preocupación.
Aunque lo hacía con la toalla, mis pelos se pusieron de punta por las caricias de un extraño. No estaba disgustada, simplemente era cautelosa o muy nerviosa.
Como humana le daba la bienvenida a una chica linda, pero mi zorro interior no lo veía igual. La mujer caballero parecía agradable, pero era una extraña, así que no podía descansar tranquilamente en su regazo.
Tenía el impulso de dar un salto y correr hasta una esquina, pero no tenía el valor para hacerlo. En cambio, me convertí en una estatua en  su regazo.
El caballero tuerto debería haber estado aquí.
Movía los ojos para buscar por la habitación, pero no había nadie más que nosotras dos en la sala. Podía notar el rastro del olor de los hombres que usaban está sala, pero los pocos sofás que había estaban vacíos.
Mi corazón latía deprisa, y un deseo de que ella me soltase pareció ser transmitido.
—No tengas miedo. Pareciese que tu corazón vaya a explotar. No voy a hacerte daño. –Dijo con preocupación.
Supongo que podía notar mis latidos.
Su suave voz me calmó, y pude entender lo que ella estaba diciendo.
Pero mi subconsciente no permitía que los humanos se acercasen tan fácilmente.
Voz desconocida, olor desconocido, persona desconocida, aterrador.
Mi instinto me seguía presionando a que estuviese alerta, y mi cuerpo siguió rígido.
Además, estaba inquieta por la llama de la chimenea. Era la primera vez que veía fuego, y al parecer no era algo compatible conmigo. Los humanos podrían sentir calor desde esta distancia, pero para mí estaba demasiado caliente.
Ella probablemente tratase de calentar mi helado cuerpo, pero yo hubiera preferido bucear nuevamente en ese estanque lleno de nieve. ¡Hace mucho calor!
No podía soportarlo más, así que me hice camino por la fuerza y me distancié de la chimenea.
—Ah…
La mujer caballero se me quedó mirando y miró la toalla de la que tiraba con desagrado.
—Ven aquí. ¿No hace frio por allí?
No, no hace frio.
Mi cuerpo seguía húmedo, pero no creía que un espíritu de la nieve pudiese resfriarse por algo como esto.
Sacudí mi pequeño cuerpo como un perro, dejando entrar aire a mi pelaje, que estaba empapado.
Pero como seguía cubierta por la toalla, mi pelaje seguía pegado a mi cuerpo. Mi orgullo y alegría, mi pelaje…
Oh bueno, una vez que se secó, volví a mi habitual pelaje mullido.
—Ven aquí.
Mientras estaba de cuclillas y lamiendo mis patitas delanteras para peinarme, la mujer se levantó y se acercó.
Sus pisadas eran muy ligeras, probablemente para evitar sorprenderme, pero su figura iba creciendo cada vez más y más, y no pude hacer otra cosa que huir.
Ella no era particularmente alta, pero para una cría de zorro como yo, todos los humanos eran enormes.
Rápidamente corrí hasta una esquina a oscuras de la habitación. La mujer caballero parecía conmocionada.
— ¿Soy tan aterradora?
Me sentí fatal por ella al verla tan deprimida.
Lo siento, lo siento. No te tengo miedo a ti, sino a los desconocidos.
Cuando me apoyé contra la pared, la mujer caballero dejo de intentar acercarse.
—Es cierto, es un animal salvaje. Es normal que le diesen miedo las personas.
Desde lejos, se agachó, bajando el nivel de sus ojos.
—Yo no soy aterradora. Solo voy a tocarte un poco~
Ella me hizo señas para que me acercara.
Sin embargo, viendo que no me moví en lo más mínimo, ella cambió de plan.
—Hm… Necesitaré comida para hacer que baje la guardia. –Murmuró antes de ponerse de pie.
En ese mismo momento, una puerta de aspecto pesado se abrió y entró un hombre.
Tenía el pelo corto y canoso, y una larga cicatriz en el ojo izquierdo.
Cuando me di cuenta de que ese hombre era el caballero tuerto, me sentí tan aliviada que todo mi cuerpo se relajó.
Me tranquilicé tanto que yo misma me sorprendí.
Aunque ella era una mujer hermosa, estaba más nerviosa de lo que creía por estar a solar en una habitación con un extraño.
La mujer caballero se dio la vuelta y habló con el caballero de un solo ojo con una expresión de tristeza.
—Vice capitán, también le teme a las mujeres. Fue imposible para mí.
—…Ya veo. Pensé que eso sería mejor que unos hombres toscos, pero parece que el sexo de la gente no importa para los animales salvajes.
Los dos hablaban mientras me miraban fijamente. Me preguntaba porque estaba con una desconocida en vez de con el caballero tuerto, quien fue el que me salvó, pero parece que él estaba siendo considerado.
—Tenía planeado mantenerla aquí hasta que se volviese independiente, pero es triste verla temblar así. Tal vez sería mejor dejarla fuera.
— ¿Pero y si vuelve a ser atacada por perros salvajes…? Cierto, vice capitán, usted era quién la alimentaba, ¿cierto? ¿Entonces no se podría abrir un poco con usted?
—…No, realmente no. Ella simplemente se come lo que le ofrezco, ella nunca sintió afecto por mí.
El caballero tuerto dijo eso sin ningún cambio en su rostro, pero parecía algo triste.
De hecho, me atrajo la sabrosa comida, y nunca le seguí de verdad.
Sin embargo, ahora era diferente.
Estaba convencida de que él no me haría daño. Porque el caballero tuerto se sumergió en un estanque helado para rescatarme.
 Pensar "¿No me hará daño?" de la persona que me salvó la vida, sería contradictorio y extraño.
Desde el principio, él nunca me pareció una mala persona, pero desde ese instante mi confianza en él creció muchísimo. Mi instinto animal de precaución hacia él también había desaparecido.
Con un sonido ligero de 'tatata', trote hacia el caballero tuerto pasando a la mujer caballero.
Lo sentí estremecerse un poco, pero no le presté atención y puse mi nariz a sus pies. Parece que se cambió de ropa después de entrar al estanque, ya que sus pantalones y sus botas estaban secos y no olía a agua. Solo podía oler un cálido aroma tranquilizador.
Meneé la cola inconscientemente.
—…Dijiste que no sentía afecto por ti, ¡pero mira esto! ¡Vice capitán, no es justo! ¡Estoy celosa!
Detrás de mí, pude oír la enfadada voz de la mujer caballero.
 —No… Creo que ella piensa que le daré algo de comer…
Aunque dijo eso, se le veía sorprendido de verme menear el rabo.
Su voz estaba temblando. Era la primera vez que me acercaba tanto a él sin que tuviese algo de comida para mí.
Realmente hizo mucho por mí en el estanque. Sus ásperas manos ya no me daban miedo. No fue tan difícil después de ese primer contacto.
Las grandes manos del caballero tuerto no me harían daño, sino que además me protegerían.
Sacudí mi cola, la cual era la mitad de esponjosa que de costumbre porque aún seguía húmeda. Levante la cabeza para mirarle a los ojos. Me dolía el cuello.
El caballero de un solo ojo me miró distraídamente por un momento, luego comenzó a hurgar en sus bolsillos como si pensara algo.
Después, saco un trozo de cecina y lo sostuvo. Su rostro se acercó, debido a que se agachó.
—Ya veo, viniste porque pudiste oler esto.
Aunque estaba sonriendo, se le veía desanimado cuando dijo eso.
Pese a que la cecina que sostenía no estimulaba mi apetito, ahora mismo no tenía hambre.
Por el contrario, me sorprendió que pensara que era por la comida. No vine porque me atrajese la cecina.
Solo pensé que me sentiría relajado a su alrededor. Además, quería agradecerle.
Al ver que no iba a por la carne, el caballero tuerto parecía perplejo.
— ¿Qué ocurre? Te gusta la cecina, ¿no?
Me puso la comida en frente del hocico para que confirmase el olor.
¡Lo sé! ¡Sé que es un delicioso trozo de cecina!
Ignoré su ofrenda y me quede mirando al caballero tuerto.
—Vice capitán… ella no se siente atraída por la comida. Ella se ha encariñado de usted. –Dijo la mujer caballero, que estaba a mis espaldas.
Bien hecho, explícaselo bien a este tan denso.
—Pero, esta mañana ella no era así. ¿Por qué de repente yo le iba a gustar?
—Ella comprende que la salvaste. ¿No cree que está tratando de agradecérselo?
¡INCREIBLE! ¡La mujer caballero ha hablado por mí muy bien!
'Gracias por salvarme antes' era lo que quería transmitirle, así que le lamí el dedo.
¡Llegad a él, sentimientos míos! Después de lamer sus dedos cuidadosamente, terminé lamiendo mi nariz por costumbre.
Y después, miré hacia el caballero tuerto.
Por un momento, él parecía asombrado y estaba congelado en el sitio. Luego se retiró el pelo corto y se escondió el pelo.
Pero yo lo vi. Vi como su expresión se transformaba en una de felicidad. Fue una expresión rara.
—Que bien, estoy celosa. –Dijo de repente la mujer caballero.
Ella no perecía ser una mala persona.
Creo que puedo acercarme a ella después de un tiempo. Conozcámonos lentamente. Por favor, espera un poco más hasta que mis instintos no sean cautelosos contigo.
—Por hoy ya es tarde. No parece que tenga hambre, así que deberíamos dejarla dormir.
Habiendo recuperado su compostura, el caballero tuerto habló mientras me miraba. Hasta entonces no era consciente de que estaba soñolienta.
—Estar afuera es peligroso. Aunque esta sea una base de caballeros, todavía sigue habiendo bastantes peligros alrededor. Como hoy, puede que vengan más perros salvajes que vengan por comida.
Aunque él me veía como una cría de zorro, y no un espíritu que podía entender a los humanos, él me miró directamente y dijo eso. Estaba tan feliz por eso, que mi cola se movió más rápido.
Viendo eso, los dos caballeros se rieron.
— ¿Qué la pone tan alegre?
—Demasiado linda. Ella no debería mover la cola cuando le dicen que es peligroso.
—De todas formas, no creo que sea bueno para un animal salvaje ser criado por un humano, pero no tengo planes de convertirla en comida para perros salvajes. Hasta que crezcas, te criaré.
Me alegré de escuchar su declaración.
Los perros salvajes daban miedo. Era mucho mejor estar protegida y segura dentro de los edificios.
Aunque, pensé que solo podría estar aquí otros diez días más. Madre volvería pronto.
No podría quedarme aquí 'hasta que creciese'.
Estaba feliz de que mi madre regresara, pero sería triste separarse del caballero tuerto.
Entonces, al menos hasta ese momento, me dejare mimar por él y disfrutaré la vida aquí.
Pensé eso y moví la cola salvajemente.
Dado que el caballero tuerto agitó su mano haciendo señas, me separé de la mujer caballero y lo seguí fuera de la habitación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario