Capítulo 12: La tragedia de la cría de zorro y la calamidad

Me dieron un nombre.
Fue la mujer caballero Tina quien me lo puso.
Mi nombre aquí es "Mil", viene de "Milk"[1], pero por casualidad era parecido a mi verdadero nombre, "Milfiria".
Como aún no soy capaz de hablar no pude presentarme, así que estaba feliz de que me llamasen con la versión abreviada del nombre que me dio Madre, aunque fuese una coincidencia.
Me alegraba que no se decidiesen por algo como "Shiro"[2] porque mi pelaje era blanco, o "Chibi"[3] por ser pequeña, o cosas tan simples como esas.
Bueno… "Mil" de "Milk" también es bastante simple. Pero aún así, que me llamasen enana cuando creciese y fuese grande… sería raro ¿no?
De todas formas, salí a salvo del abarrotado comedor y seguía al caballero tuerto por el pasillo a paso ligero.
Cuando me encontraba con alguien en el estrecho pasillo, me escondía como me era posible tras las piernas del caballero tuerto. Toparse con desconocidos era estresante.
En mi vida anterior yo no era así, pero en esta me aterraban los extraños. Puede ser que eso se deba a que desde que nací solo conocí a Madre.
Todas las personas que aparecían saludaban al caballero tuerto. Probablemente él fuese alguien de alto rango. Además, le llamaban "vice capitán".
Ahora que lo pensaba, todavía no sabía cuál era su nombre.
Volvimos a su dormitorio. El caballero tuerto se cambió de camisa y se preparaba para ir a trabajar.
¿Me llevará con él o tendré que quedarme aquí?
Mientras pensaba eso, observaba en silencio lo que él hacía. No será divertido quedarse aquí, si fuera posible prefiero acompañarle.
—Volveré luego, a mediodía.
Le miré con ojos expectantes, pero fue en vano. El caballero tuerto dijo eso, mirando hacia abajo mientras se preparaba para el trabajo.
Cuidar de la casa, huh…
Mis orejas y mi cola se cayeron notablemente.
—Saldré a patrullar esta mañana con mis subordinados. Y tú no puedes cabalgar.
El caballero tuerto mostró una ligera sonrisa.
Yo sí que puedo montar a caballo. Si me subes sobre uno, me mantendré en equilibrio. Además, soy bastante amigable con los caballos de los establos.
Sin embargo, me doy cuenta de que podría molestarle si voy con él. Así que me portare bien.
Me di por vencida y fui hacía mi cama, la cesta con una manta.
Entonces, el caballero tuerto se me acercó en un instante.
—Estaré de regreso al mediodía. –Dijo mientras me acariciaba la cabeza.
Eso ya lo has dicho.
Tras eso, me siguió acariciando por otros cinco minutos, y al final se dirigió al trabajo con una mirada ligeramente triste.
—Estaré aquí al mediodía.
Lo sé, lo sé. Esta es la tercera vez que lo oigo. Me portaré bien hasta el mediodía.
En el momento en que el caballero tuerto salió de la habitación, salté a mi cama para acostarme. Que cuerpo tan encantador que desconoce lo que es el insomnio.
Sin embargo, ayer dormí bien, así que no pude dormir hasta el mediodía.
Me desperté aproximadamente una hora después, aunque solo era una conjetura ya que no había ningún reloj. Rodé sobre la manta y mordisqueé las asas de la cesta, pero…
Estoy aburrida.
¡Me podría morir de aburrimiento!
Si al menos tuviese un juguete. En el dormitorio del caballero tuerto no había nada con lo que pudiese jugar.
Bajé de la cama y miré fuera de la ventana. Aunque lo único que podía ver era el cielo, porque para mí la ventana estaba bastante alta.
Por la mañana estaba despejado, pero ahora espesas nubes cubrían el cielo y dejaban caer unos grandes copos de nieve.
*Ajitar, flap flap, ajitar*
Mientras observaba la nieve, mi cola empezó a menearse por sí sola. Pude encontrar un patrón para el meneo. Ver la nevada me emocionaba. Aunque no sentía lo mismo con el sonido *saaa* que hacía la lluvia.
Miré alegremente por la ventana un rato, pero al final me cansé de hacerlo, así que miré por la habitación.
Quería jugar así que escalé la enorme cama del caballero tuerto. Era cálida y blandita, así que era divertido. Pero, la cama estaba repleta del olor del caballero tuerto, y eso era algo vergonzoso así que me apresuré en bajar. ¿Pero que estoy haciendo?
El siguiente objetivo era la mesa al lado de la ventana. Podía ver algunos documentos, una pluma y un tintero encima de la mesa. También había algunos libros viejos  bastante gruesos.
Ahora que lo pienso, me pregunto si seré capaz de entender la escritura de este país.
Mi curiosidad aumento, así que primero intenté subirme a la silla, ya que no tenía la capacidad de salto suficiente como para alcanzar la mesa directamente.
Primero puse las patas en la silla y brinqué varias veces, intentando subir. Pero la cosa no iba muy bien. ¡Vamos patas traseras, haced vuestro mejor esfuerzo!
¡Subamos ahora! Salté con todas mis fuerzas. Al mismo tiempo, apoyé mi peso con mis patas delanteras.
La parte superior de mi cuerpo lo consiguió, pero la mitad inferior seguía colgando en el aire. Rápidamente agité mis patas en el aire para subir con el impulso.
Si soy descuidada me caeré enseguida.
¡Uooh, dad lo mejor de vosotras, patas delanteras! ¡Levantad la mitad inferior!
Tras de alguna forma conseguir subir a la silla, sentí una sensación de autorrealización. Mis patas delanteras temblaban.
Afortunadamente, trepar a la mesa desde la silla era más fácil ya que la diferencia de altura no era mucho.
La vista desde la parte superior de la mesa era algo innovador. Mirar desde un lugar elevado me emocionó.
Entonces ahora… Me dirigía a los libros. Intenté leer el texto de la cubierta, pero no pude. Era como si alguien hubiera tomado el alfabeto del latín y lo complicase aún más. No recordaba haber visto símbolos como estos en mi vida pasada. Así que tendría que estudiar adecuadamente.
¿Qué era eso…? Me preguntaba si podría leerlo usando poderes espirituales o algo así, con un "vamos *paa*", pero por lo que veo eso es imposible.
De hecho, tampoco era como si entendiera el lenguaje hablado. Practiqué de escuchar a Madre, o eso debería decir. Sin embargo, sí creo que mi capacidad de aprendizaje era mejor que la de los bebés humanos. No estoy segura de si es porque soy un espíritu o porque tengo conocimientos de mi vida anterior.
Abrí el libro hábilmente con mi hocico. El olor del papel mojado con tinta se propagó.
Seguí el trazo de las letras con los ojos. Sip ¡no lo entiendo!
Cuando crezca, aprenderé de Madre.
Le eche un vistazo y di una vuelta sobre la mesa, para volver a la silla y finalmente bajar al suelo.
Sin embargo, mientras me giraba, mi pata delantera chocó con algo pequeño y duro. Lo que pateé era un pequeño bote de tinta que no estaba bien cerrado.
No hacía falta decir que la tinta es líquida. Tampoco es muy viscosa. Así que en el momento en que lo derribé, la tinta comenzó a extenderse sobre la mesa. No pude detenerla.
Además, la tinta era negra. No había nada más oscuro que eso.
Simplemente me quede mirando a la sustancia negruzca derramán-dose sobre unos documentos importantes.
Escuché que la gente realmente se calma durante las emergencias.
Mientras observaba cómo la tinta negra se filtraba sobre el papel blanco y la mesa de madera, solo observaba con calma y pensaba "ah, qué debería hacer…", Mi cerebro no admitía el hecho de que la tinta se había derramado.
Después de que la tinta llegó cerca de los libros, mi cerebro finalmente comenzó a trabajar. Empujé los libros con la nariz para alejarlos de la amenaza de la tinta.
Pero los empuje demasiado y se cayeron de la mesa.
*Basabasabasa* con sonidos impresionantes, los libros cayeron al suelo. Mi cerebro dejó de funcionar de nuevo.
Está bien, está bien.
Me consolé a mí misma y me asomé cautelosamente al borde de la mesa. Allí, vi los horribles cadáveres de los libros que fueron obligados a realizar un salto mortal. Ah…
Por el momento, yo también bajé. No podía hacer nada por la tinta que ya se había extendido por la mesa. Ya no se podía arreglar.
Sin embargo, reorganizar los libros dispersos sería posible para mí, con mis patas delanteras y sus garras.
Con la punta de la nariz, la boca y las patas delanteras, organicé los libros caídos. También cerré adecuadamente los libros que se abrieron cuando cayeron al suelo.
Mientras trabajaba noté algo. Los libros estaban manchados de tinta.
Qué raro, los tiré de la mesa, pero pensé que los había salvado del peligro.
Pero pronto descubrí la inquietante causa de esta tragedia.
Podrían mis patas delanteras… estar teñidas de negro con tinta…
Estúpidamente, parece que no me di cuenta de que mis patas estaban empapadas en tinta.
Tragué saliva. Mi corazón se aceleró.
Está bien, está bien.
Mientras temblaba nerviosamente, miré alrededor de la habitación.
El suelo, la silla, dondequiera que caminaba, huellas negras de mis patas ensuciaban la habitación.
Sobre la mesa la tinta goteaba, dejando su marca en el suelo.
Esto es… Bueno…
Tranquila, tranquilízate.
Tengo que arreglarlo, pongamos a trabajar a mi pequeño cerebro a toda potencia.
No parece que algo tan conveniente como los pañuelos de papel existan en este mundo. No hay ni un trapo en la habitación. Incluso si hubiera uno, no podré manejarlo bien con mis patitas y no seré capaz de limpiar todas las manchas de tinta.
Simplemente seguirá propagándose.
—…
Un sudor frio empezó a chorrear hacía mis patas.
¡¡¡¿Q-Q-Q-Q-Qué hago?!!!
A este paso el caballero tuerto se enfadará. ¡Tengo que limpiar este estropicio antes de que regrese!
Caminé ansiosamente de un lado a otro en el dormitorio.
Pero vi que el suelo se ensuciaba más al hacerlo, por lo que enseguida dejé de moverme. Es mejor no moverse precipitadamente. Mis patas están actualmente malditas por la tinta. No extendamos el daño.
Tinta derramada sobre la mesa, documentos teñidos de negro, marcas de huellas negras en la silla, el suelo y los libros dispersos...
Ante esta devastadora escena, solo quería cubrirme los ojos.


1.- Milk (inglés) = Leche, recordad que Tina le puso ese nombre porque decía que es blanca como la leche.
2.- Shiro (japonés) = Blanco
3.- Chibi (japonés) = Niño/Pequeño/Enano

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