Fue la
mujer caballero Tina quien me lo puso.
Mi
nombre aquí es "Mil", viene de "Milk"[1],
pero por casualidad era parecido a mi verdadero nombre, "Milfiria".
Como
aún no soy capaz de hablar no pude presentarme, así que estaba feliz de que me
llamasen con la versión abreviada del nombre que me dio Madre, aunque fuese una
coincidencia.
Me
alegraba que no se decidiesen por algo como "Shiro"[2]
porque mi pelaje era blanco, o "Chibi"[3]
por ser pequeña, o cosas tan simples como esas.
Bueno… "Mil" de "Milk" también es
bastante simple. Pero aún así, que me llamasen enana cuando creciese y fuese
grande… sería raro ¿no?
De
todas formas, salí a salvo del abarrotado comedor y seguía al caballero tuerto
por el pasillo a paso ligero.
Cuando
me encontraba con alguien en el estrecho pasillo, me escondía como me era
posible tras las piernas del caballero tuerto. Toparse con desconocidos era
estresante.
En mi
vida anterior yo no era así, pero en esta me aterraban los extraños. Puede ser
que eso se deba a que desde que nací solo conocí a Madre.
Todas
las personas que aparecían saludaban al caballero tuerto. Probablemente él
fuese alguien de alto rango. Además, le llamaban "vice capitán".
Ahora
que lo pensaba, todavía no sabía cuál era su nombre.
Volvimos
a su dormitorio. El caballero tuerto se cambió de camisa y se preparaba para ir
a trabajar.
¿Me llevará con él o tendré que quedarme aquí?
Mientras
pensaba eso, observaba en silencio lo que él hacía. No será divertido quedarse aquí, si fuera posible prefiero acompañarle.
—Volveré
luego, a mediodía.
Le miré
con ojos expectantes, pero fue en vano. El caballero tuerto dijo eso, mirando
hacia abajo mientras se preparaba para el trabajo.
Cuidar de la casa, huh…
Mis
orejas y mi cola se cayeron notablemente.
—Saldré
a patrullar esta mañana con mis subordinados. Y tú no puedes cabalgar.
El
caballero tuerto mostró una ligera sonrisa.
Yo sí que puedo montar a caballo. Si me subes sobre uno,
me mantendré en equilibrio. Además, soy bastante amigable con los caballos de
los establos.
Sin embargo, me doy cuenta de que podría molestarle si voy
con él. Así que me portare bien.
Me di
por vencida y fui hacía mi cama, la cesta con una manta.
Entonces,
el caballero tuerto se me acercó en un instante.
—Estaré
de regreso al mediodía. –Dijo mientras me acariciaba la cabeza.
Eso ya lo has dicho.
Tras
eso, me siguió acariciando por otros cinco minutos, y al final se dirigió al
trabajo con una mirada ligeramente triste.
—Estaré
aquí al mediodía.
Lo sé, lo sé. Esta es la tercera vez que lo oigo. Me
portaré bien hasta el mediodía.
En el
momento en que el caballero tuerto salió de la habitación, salté a mi cama para
acostarme. Que cuerpo tan encantador que
desconoce lo que es el insomnio.
Sin
embargo, ayer dormí bien, así que no pude dormir hasta el mediodía.
Me
desperté aproximadamente una hora después, aunque solo era una conjetura ya que
no había ningún reloj. Rodé sobre la manta y mordisqueé las asas de la cesta,
pero…
Estoy aburrida.
¡Me
podría morir de aburrimiento!
Si al menos tuviese un juguete. En el dormitorio del caballero tuerto no había nada con
lo que pudiese jugar.
Bajé de
la cama y miré fuera de la ventana. Aunque lo único que podía ver era el cielo,
porque para mí la ventana estaba bastante alta.
Por la
mañana estaba despejado, pero ahora espesas nubes cubrían el cielo y dejaban
caer unos grandes copos de nieve.
*Ajitar, flap flap, ajitar*
Mientras
observaba la nieve, mi cola empezó a menearse por sí sola. Pude encontrar un
patrón para el meneo. Ver la nevada me emocionaba. Aunque no sentía lo mismo
con el sonido *saaa* que hacía la
lluvia.
Miré
alegremente por la ventana un rato, pero al final me cansé de hacerlo, así que
miré por la habitación.
Quería
jugar así que escalé la enorme cama del caballero tuerto. Era cálida y
blandita, así que era divertido. Pero, la cama estaba repleta del olor del
caballero tuerto, y eso era algo vergonzoso así que me apresuré en bajar. ¿Pero que estoy haciendo?
El
siguiente objetivo era la mesa al lado de la ventana. Podía ver algunos documentos,
una pluma y un tintero encima de la mesa. También había algunos libros
viejos bastante gruesos.
Ahora que lo pienso, me pregunto si seré capaz de
entender la escritura de este país.
Mi
curiosidad aumento, así que primero intenté subirme a la silla, ya que no tenía
la capacidad de salto suficiente como para alcanzar la mesa directamente.
Primero
puse las patas en la silla y brinqué varias veces, intentando subir. Pero la
cosa no iba muy bien. ¡Vamos patas
traseras, haced vuestro mejor esfuerzo!
¡Subamos ahora! Salté
con todas mis fuerzas. Al mismo tiempo, apoyé mi peso con mis patas delanteras.
La
parte superior de mi cuerpo lo consiguió, pero la mitad inferior seguía
colgando en el aire. Rápidamente agité mis patas en el aire para subir con el
impulso.
Si soy descuidada me caeré enseguida.
¡Uooh, dad lo mejor de vosotras, patas delanteras!
¡Levantad la mitad inferior!
Tras de
alguna forma conseguir subir a la silla, sentí una sensación de
autorrealización. Mis patas delanteras temblaban.
Afortunadamente,
trepar a la mesa desde la silla era más fácil ya que la diferencia de altura no
era mucho.
La
vista desde la parte superior de la mesa era algo innovador. Mirar desde un
lugar elevado me emocionó.
Entonces ahora… Me dirigía
a los libros. Intenté leer el texto de la cubierta, pero no pude. Era como si
alguien hubiera tomado el alfabeto del latín y lo complicase aún más. No
recordaba haber visto símbolos como estos en mi vida pasada. Así que tendría
que estudiar adecuadamente.
¿Qué era eso…? Me preguntaba si podría leerlo usando
poderes espirituales o algo así, con un "vamos *paa*", pero por lo
que veo eso es imposible.
De
hecho, tampoco era como si entendiera el lenguaje hablado. Practiqué de
escuchar a Madre, o eso debería decir. Sin embargo, sí creo que mi capacidad de
aprendizaje era mejor que la de los bebés humanos. No estoy segura de si es
porque soy un espíritu o porque tengo conocimientos de mi vida anterior.
Abrí el
libro hábilmente con mi hocico. El olor del papel mojado con tinta se propagó.
Seguí
el trazo de las letras con los ojos. Sip
¡no lo entiendo!
Cuando crezca, aprenderé de Madre.
Le eche
un vistazo y di una vuelta sobre la mesa, para volver a la silla y finalmente
bajar al suelo.
Sin
embargo, mientras me giraba, mi pata delantera chocó con algo pequeño y duro.
Lo que pateé era un pequeño bote de tinta que no estaba bien cerrado.
No
hacía falta decir que la tinta es líquida. Tampoco es muy viscosa. Así que en
el momento en que lo derribé, la tinta comenzó a extenderse sobre la mesa. No
pude detenerla.
Además,
la tinta era negra. No había nada más oscuro que eso.
Simplemente
me quede mirando a la sustancia negruzca derramán-dose sobre unos documentos
importantes.
Escuché
que la gente realmente se calma durante las emergencias.
Mientras
observaba cómo la tinta negra se filtraba sobre el papel blanco y la mesa de
madera, solo observaba con calma y pensaba "ah,
qué debería hacer…", Mi cerebro no admitía el hecho de que la tinta se
había derramado.
Después
de que la tinta llegó cerca de los libros, mi cerebro finalmente comenzó a
trabajar. Empujé los libros con la nariz para alejarlos de la amenaza de la
tinta.
Pero
los empuje demasiado y se cayeron de la mesa.
*Basabasabasa* con
sonidos impresionantes, los libros cayeron al suelo. Mi cerebro dejó de
funcionar de nuevo.
Está bien, está bien.
Me
consolé a mí misma y me asomé cautelosamente al borde de la mesa. Allí, vi los
horribles cadáveres de los libros que fueron obligados a realizar un salto mortal.
Ah…
Por el
momento, yo también bajé. No podía hacer nada por la tinta que ya se había
extendido por la mesa. Ya no se podía arreglar.
Sin
embargo, reorganizar los libros dispersos sería posible para mí, con mis patas
delanteras y sus garras.
Con la
punta de la nariz, la boca y las patas delanteras, organicé los libros caídos.
También cerré adecuadamente los libros que se abrieron cuando cayeron al suelo.
Mientras
trabajaba noté algo. Los libros estaban manchados de tinta.
Qué raro, los tiré de la mesa, pero pensé que los había
salvado del peligro.
Pero
pronto descubrí la inquietante causa de esta tragedia.
Podrían mis patas delanteras… estar teñidas de negro con tinta…
Estúpidamente,
parece que no me di cuenta de que mis patas estaban empapadas en tinta.
Tragué
saliva. Mi corazón se aceleró.
Está bien, está bien.
Mientras
temblaba nerviosamente, miré alrededor de la habitación.
El
suelo, la silla, dondequiera que caminaba, huellas negras de mis patas
ensuciaban la habitación.
Sobre
la mesa la tinta goteaba, dejando su marca en el suelo.
Esto es… Bueno…
Tranquila, tranquilízate.
Tengo que arreglarlo, pongamos a trabajar a mi pequeño
cerebro a toda potencia.
No parece que algo tan conveniente como los pañuelos de
papel existan en este mundo. No hay ni un trapo en la habitación. Incluso si
hubiera uno, no podré manejarlo bien con mis patitas y no seré capaz de limpiar
todas las manchas de tinta.
Simplemente seguirá propagándose.
—…
Un
sudor frio empezó a chorrear hacía mis patas.
¡¡¡¿Q-Q-Q-Q-Qué hago?!!!
A este paso el caballero tuerto se enfadará. ¡Tengo que
limpiar este estropicio antes de que regrese!
Caminé
ansiosamente de un lado a otro en el dormitorio.
Pero vi
que el suelo se ensuciaba más al hacerlo, por lo que enseguida dejé de moverme.
Es mejor no moverse precipitadamente. Mis
patas están actualmente malditas por la tinta. No extendamos el daño.
Tinta
derramada sobre la mesa, documentos teñidos de negro, marcas de huellas negras
en la silla, el suelo y los libros dispersos...
Ante
esta devastadora escena, solo quería cubrirme los ojos.
1.- Milk (inglés) =
Leche, recordad que Tina le puso ese nombre porque decía que es blanca como la
leche.
2.-
Shiro (japonés) = Blanco
3.- Chibi
(japonés) = Niño/Pequeño/Enano
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